Según Carlos Llano, el mundo moderno (nosotros) vivimos en dos mundos: el de la tecnoestructura (nuestro mundo de lunes a viernes) y el mundo vital (nuestro mundo de fin de semana) La tecnoestructura , creada alrededor del individuo, corresponde al Estado, la ciencia, el mercado, y se rige por la lógica de la eficacia, el éxito, la competencia e independencia. También se guía por el mito de los hechos y tiende a ser racionalista y objetiva. Deviene un mundo inhóspito donde prevalece un legalismo contractualista, se da un fetichismo de los procedimientos, el deber se cumple por amor al deber (o al dinero) y la autoridad se afirma arbitrariamente. El mundo vital , creado en torno a la comunidad, corresponde a la familia, las amistades, la religión, y se rige por la lógica del desinterés, la solidaridad, compasión y dependencia. También se guía por el mito de la espontaneidad y tiende a ser irracionalista y subjetivo. Como resultado, se torna escuela de sentimentalismo, no...