¿D-os es un invento?

Si un hombre, cansado de su matrimonio, hubiera inventado a D-os esperaría que su creación le dijera desde el cielo: "Hijo mío, si estás aburrido de tus esposa de 40 años te la cambio por dos de 20". En cambio la Biblia dice: "no cometerás adulterio" lo cual va en contra de lo que un hombre o una mujer, que ya no tengan ganas de seguir con su esposa o esposo, quisiera escuchar. Y no es que D-os sea un aguafiestas sino que bien sabe Él las consecuencias negativas y el daño a terceros y los daños colaterales que produce la infidelidad matrimonial.

Las creencias religiosas son, muchas veces, distintas a lo que D-os ha revelado. La Biblia afirma cosas que van contracorriente del pensamiento y del estilo de vida que hemos creado en nuestros días. Es difícil pensar que los hombres nos hubiéramos inventado un D-os como el que aparece en la Biblia. Si los hombres hubiéramos inventado a D-os, estoy seguro que lo hubiéramos hecho menos misterioso y más fácil de manipular. Nos hubiéramos inventado un D-os que no se metiera en nuestras vidas.

Les transcribo algunos párrafos de dos apologistas, uno católico y otro evangélico sobre este asunto. Ninguno tiene desperdicio.

Si realmente los seres humanos hubiéramos tratado de inventarnos un dios, nunca hubiéramos inventado el Dios del cristianismo. Porque resulta demasiado terrible y exigente. Nuestro Dios es todopoderoso, omnisciente, santísimo y omnipresente, de modo que no hay lugar donde podamos escondernos de Él, ningún sitio donde satisfacer secretamente nuestro vicio favorito. Ni siquiera podemos ocultarnos en el recóndito rincón de nuestra imaginación y allí fantasear sobre ese vicio secreto. Dios lo conocería inmediatamente.  

Un Dios así hace de cualquier violación de la ley natural un asunto bastante incómodo. Si los seres humanos, pecadores, pudieran encontrar un medio para desactivar esa noción de Dios, cabría imaginar los sentimientos de liberación que experimentarían. Pero si la imaginación falla, entonces será cuestión de leer la historia de las guerras y de los genocidios originados por los regímenes ateos del siglo XX: el nazi en Alemania y el comunista en China, Camboya y la Unión Soviética. 

Scot Hahn, La fe es razonable, pp. 67-68 

La teoría es que las personas querían una religión que las hiciera sentir mejor, así que proyectaron un Padre Celestial hacia el cielo y comenzaron a vivir (y actuar) como si realmente existiera. Luego inventaron toda clase de mitos e historias adicionales acerca de nacimientos virginales, milagros y resurrecciones para acompañarla. 

Esta teoría tiene un problema: La Biblia contiene mucha información difícil que de ninguna forma coincide con lo que la gente crearía si fuera a inventar una religión. 

Por ejemplo, de tanto en tanto el Dios de la Biblia se cansa de la desobediencia de la gente así que los castiga - no sólo a sus enemigos sino a veces incluso a sus amigos, y ocasionalmente de formas que parecen bruscas y duras. Este Dios declara que terminará juzgando a quienes persisten en su rebeldía hacia él, permitiéndoles que "sigan sus propios caminos" no sólo en esta vida, sino finalmente en la eternidad misma - a un lugar de separación eterna que rotuló con un título muy impopular: el infierno. 

Ahora bien, podrás estar de acuerdo o no con lo que enseña la Biblia, pero no acuses a los cristianos de inventar estas cosas para calmar su mente o para tratar de que todos se sientan mejor. Estos no son conceptos de cuentos de hadas para sentirse bien. El libro de Proverbios dice "Más confiable es el amigo que hiere que el enemigo que besa". La Biblia a veces "hiere" muy seriamente. 

Mark Mittelberg, Eligiendo tu fe, pp. 211-212